Uno de los juegos más populares e influyentes de la década de 1980, Pac-Man protagoniza un pequeño y amarillento comedor de puntos que se abre camino para limpiar un laberinto de los distintos puntos y frutas que habitan en el tablero.
El objetivo de Pac-Man se ve continuamente desafiado por cuatro fantasmas: el tímido fantasma azul Bashful (Inky), el fantasma rojo Shadow (Blinky), el rápido fantasma rosa Speedy (Pinky) y el olvidadizo fantasma naranja Pokey (Clyde). Un toque de cualquiera de estos fantasmas significa una pérdida de vida para Pac-Man.
Pac-Man puede dar la vuelta a las cosas en sus perseguidores comiendo de los cuatro Activadores situados dentro del laberinto. Durante este tiempo, los fantasmas se vuelven azules y Pac-Man puede comerlos por puntos extra. Esto sólo dura una cantidad limitada de tiempo, ya que los ojos del fantasma flotan de vuelta a su caja central y se regeneran para perseguir a Pac-Man de nuevo.
Sobrevive a unas cuantas rondas de juego, y ser tratado a las intermisiones humorísticas entre Pac-Man y los fantasmas.
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